Concluimos el tiempo de Navidad con la Solemnidad del Bautismo del Señor.
Ese pueblo que caminaba en tinieblas, durante todo este tiempo ha podido experimentar de muchas maneras, el amor misericordioso del Emmanuel, del Dios-con-nosotros.
Gracias a todos los que lo habéis hecho posible, organizando, ambientando, animando, participando, rezando… gracias porque sólo así podemos experimentar que realmente la parroquia es una gran familia de familias.