La parroquia San Jaime estaba sufriendo una importante plaga de carcoma en sus bancos, altares y otros elementos de madera que se encuentran dentro del templo y por ello, la semana pasada, desde el día 3 hasta el día 7, el templo permaneció cerrado para que unos profesionales de una empresa antiplagas pudieran hacerse con estos insectos que estaban dañando el interior de la parroquia. Como no se podría abrir el templo, las eucaristías se celebraron en el convento de las Hermanas Franciscanas. El tratamiento del templo ha supuesto un coste de 1.984 euros.